Adan y Eva viven felices en el paraiso. Corren y juegan por los bosques del Eden como niños; pero sus diferencias sexuales los atraen demaciado, tanto que los lleva a morder el fruto del arbol prohibido y pedir al mismisimo Satanas que les enseñe que hacer con sus respectivos pene y vagina. El Diablo les mostrara los diferentes lugares donde tener sexo y por sobre todas las cosas con quien deben tenerlo... con todo el mundo
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